
Linda Lucía Molina Bravo, alias Petrolia; Héctor Fabián Muñoz Espinosa, capturados.

Fabián Andrés Ortega Robi, capturado.
Luego de varios meses de seguimiento, y de recibir las denuncias de las víctimas, fueron capturados, Linda Lucía Molina Bravo, alias Petrolia; Héctor Fabián Muñoz Espinosa, y Fabián Andrés Ortega Robi, a quienes un Juez de la República, que labora en Ipiales, sur de Nariño, los encontró responsables de los presuntos coautores de los delitos de, concierto para delinquir con fines de extorsión, extorsión en concurso homogéneo y sucesivo y falsedad personal.
Tenían todo programando
Según los peritos, los capturados enviaban panfletos extorsivos a nombre de la ‘Segunda Marquetalia’, exigiendo pagos por $15.000.000, con el objetivo de, ‘dejarlos trabajar y el llamado impuesto de guerra’.
Fiscal aportó las pruebas
Al acoger la solicitud de una Fiscal Especializada Gaula, un Juez Penal de la ciudad fronteriza, envió a la Cárcel de Ipiales, a los tres presuntos integrantes de la estructura criminal llamada Los Petrolios. La medida es preventiva hasta que la Juez considere que amerita la pena de detención permanente, la cual se espera sea ejemplar.
Los hechos
De acuerdo con la investigación, a la fiscalía llegaron 5 denuncias de ciudadanos, quienes informaron sobre la presencia de un grupo delincuencial en los municipios nariñenses de Belén, norte de Nariño e Ipiales, al sur, cuyos miembros, a nombre de la Segunda Marquetalia, habrían distribuido panfletos extorsivos entre los habitantes y el comercio, haciendo exigencias del pago de $15.000.000, en especia a los comerciantes.
Igualmente, pedían la entrega de material de intendencia como botas, calzado, camisetas, uniformes deportivos, toallas, hamacas, morrales, tulas, frazadas, cobijas, entre otros elementos.
Estos ‘requerimientos’, se realizaron entre el mes de febrero del año 2022 y junio del 2023. En este sentido el Gaula de la Policía realizó las indagaciones pertinentes en las zonas afectadas, además, los investigadores lograron acopiar vídeos de seguridad suficiente, en los que se observaron a los extorsionistas en sus actos ilegales.