
En la tarde del domingo, con una hora de retraso inició el vuelo de Avianca, 9399, el cual tenía previsto partir del Aeropuerto Antonio Nariño de Chachagüí luego de las 2:30 de la tarde, con destino a Bogotá. Sin embargo, por situaciones ajenas, y que son normales, el decolaje se demoró una hora, tiempo que estuvo la aeronave a un costado de la pista, se trataba de un Airbus A320 con unos 150 pasajeros a bordo.
Grata sorpresa
Sin embargo, la sorpresa llegó por cuenta de un grupo de jóvenes que desde diferentes sillas se pusieron de pie e iniciaron un improvisado concierto, “la verdad no queríamos que se cancele la presentación, ojalá hubiera sido más tiempo, se escuchaba excelente, armonioso. El mundo puede ser más agradable si en las dificultades, como en este caso, podemos animar así sea con canciones, el estrés de un viaje puede pasar a un segundo plano, nos hizo olvidar por un momento a quienes nos despidieron, y nos dolió dejarlos, la vida nos regala estos momentos únicos e irrepetibles”, dijo un emocionado pasajero, quien agradeció a los pilotos y azafatas permitir la presentación.
Nadie preguntó el nombre del grupo
La emoción fue tanta, que ninguno de los pasajeros preguntó el nombre del grupo o su procedencia; cuando llegaron a Bogotá, empezaron a navegar en la rutina, “si así son todos los retrasos, bienvenidos”, agregaron.